SECCIONES

22/11/17

FRÉDÉRIC KANOUTÉ: EL DELANTERO CREADOR DE JUEGO





Hablar de Frédéric Kanouté es hablar de un jugador que ha sido el principal bastión del mejor Sevilla de la historia. Su influencia es tal, que puede ser catalogado como el mejor jugador que ha vestido la elástica hispalense.

Su explosión como jugador fue tardía. Empezó a labrarse un nombre en la siempre complicada Premier League. Allí vistió los colores del West Ham United durante 4 temporadas para luego ser traspasado a sus vecinos, el Tottenham Hotspur, donde jugó 2 años. Antes de mudarse a las islas británicas, este francés con nacionalidad maliense, jugó en el equipo de su ciudad natal,  el Olympique de Lyon, 3 años. Pero en ninguno de estos clubes desató el potencial que llevaba dentro.



Fue en el Sevilla FC donde disfrutó e hizo disfrutar de sus mayores hazañas deportivas. Delantero corpulento de gran envergadura que escondía tras esa planta de killer un jugador creativo y virtuoso. Futbolista plástico, con una técnica exquisita que se desenvolvía bien tanto dentro del área, como escoltando a un delantero centro y apareciendo desde segunda línea. Su posición natural seguramente haya sido la de segundo delantero, donde podía estar en contacto constante con el balón, recibir de espaldas para crear juego o simplemente encarar con metros por delante a los defensores. Delantero de sangre fría y tranquilidad continua. Un falso lento que disimulaba con su tamaño una gran potencia y arrancada.

En el Sevilla fue líder indiscutible de un equipo con grandes jugadores que marcaron una época al ganar 5 títulos en apenas dos temporadas, sentándose así a la mesa de los  grandes equipos del momento. Su participación goleadora fue clave, haciendo 136 goles en las 7 temporadas que disputó en el Sánchez Pizjuán. Pero su contribución iba más allá del gol. Era un creador de juego con total responsabilidad en los resultados de su equipo. Un jugador capaz de dar la vuelta al encuentro ó de ganar partidos.

Llegó al Sevilla con 28 años, casi en lo que podía parecer el declive de su carrera, pero lo que ocurrió fue lo contrario. Llegó al cénit de su juego en el club andaluz y demostró ser uno de los jugadores más importantes del momento. Tras casi 300 partidos, siendo el jugador extranjero que más veces ha lucido la camiseta sevillista y siendo también el máximo goleador extranjero del club, abandonó la entidad para enrolarse en las filas del Beijing Guoan chino y dar allí sus últimos coletazos como futbolista.

Con la selección de Malí no pudo gozar de éxitos similares a los conseguidos con el Sevilla, pero sí disputó 61 partidos y marcando 29 goles, siendo también uno de los jugadores más relevantes de la historia maliense.

En definitiva, Kanouté era un jugador fantástico capaz de explotar su faceta goleadora sin ser por definición sólo un delantero centro, ya que ofrecía muchas más alternativas en su juego, y era capaz de canalizar todo el potencial ofensivo de su equipo, siendo la gran referencia tanto de cara al gol como a la hora de crear juego.


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