SECCIONES

15/12/11

La historia bajo sus pies

En el mundo del fútbol, aunque seas un mago del balón y tus pericias encandilen a todos los amantes de este mundillo, los títulos son soberanos y quien diga lo contrario, miente.

Cuando estás en el Olimpo, tus títulos suelen ser equitativos a tu dominio del balón. Un ejemplo claro es el de Zidane, cuya clase y elegancia traspasaba fronteras. Ganó todo lo que un jugador desea y además siendo el buque insignia de todos aquellos equipos con los que lo consiguió. Por ello se le catapulta hasta la cima del fútbol, codeándose con jugadores como Pelé o Maradona.

Ahora mismo, en la explosión del fútbol de posesión, donde el Barça es el modelo a seguir, aunque este modelo no es la única forma de jugar al fútbol y obtener resultados óptimos, su líder en el terreno de juego, Leo Messi está llamado a ser el mejor futbolista de todos los tiempos. A sus 24 años presume de tener ya galardones suficientes para desbancar a todos los futbolistas de la historia, pero sigue habiendo un escollo en su arduo camino.

Leo ha superado cualquier obstáculo que se le ha puesto por delante. Que sea el mejor jugador del mundo ya no da lugar a las dudas. Nadie está a la altura y ni se le acerca. Pero parece que decir que no ha habido nunca nadie así, son palabras mayores. Demasiado exageradas dirían algunos. Y es que al delantero del Barça le queda vencer en la más difícil de las batallas.

Parece indispensable que debes ganar un Mundial para pasar realmente a la historia. Seguramente Messi consiga romper todos los récords en cuanto a registros goleadores, títulos, premios individuales... pero la conquista del título mundial se vuelve una tare hercúlea.

Los detractores se apoyan en este punto para ver exagerada la opción del azulgrana de ser el mejor futbolista de todos los tiempos. Algunos ven en el DNI otra excusa favorable, alegando que le queda mucho por delante y que todavía es pronto para catalogarle de tal manera.

Lo cierto es que por méritos no será. Su fútbol dinámico y eléctrico provoca el éxtasis entre los aficionados. Consigue que cualquier forofo del mundo se rinda ante su superioridad. Le da lo mismo el rival, Messi siempre rinde a un gran nivel.

Sin duda, el pensar que está entre los mejores es ya una realidad incuestionable, y afirmar que nadie ha llegado a tan exhuberante nivel deja de ser una exageración y se va convirtiendo en un credo en el mundo del fútbol. Aunque no gane nada con Argentina, hay un antes y un después con Leo Messi.

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