La situación del Inter de Milán, el mejor equipo de la pasada temporada, resulta caótica y desastrosa. Para acentuar más males, su jugador más en forma, por no decir el único que estaba rindiendo a un nivel considerable, Samuel Eto´o se perderá los próximos tres partidos de liga.
La causa de la sanción es el cabezazo que propinó el camerunés al defensa del Chievo Verona, Cesar. Una agresión que se ha castigado duramente por el organismo disciplinario de la Serie A. Eto´o se disculpó a posteriori pero recriminó la actitud del futbolista esloveno, quien según el propio Samuel, había increpado verbalmente contra él.
Todos conocemos la profesionalidad de Eto´o dentro del terreno de juego. Es un grandísimo jugador y que pocas veces ha actuado de esta manera. Un futbolista que en un gran número de ocasiones ha tenido que soportar en sus carnes los insultos racitas que lanzaban centenares de personas. De un modo u otro siempre se ha defendido ante estas agresiones, pero nunca mostró un comportamiento violento.
Su acción ante el rival fue un reflejo de la impotencia que siente el Inter de Milán. Han pasado del Olimpo del fútbol a casi quemarse en las llamas del averno. Samuel Eto´o es el jugador más importante en la plantilla. Suma 9 goles, la mitad que todo el equipo junto. Consigue que los rivales estén siempre alerta, persiguiéndole por todo el terreno de juego para anularle. El único que podía solventar de alguna manera esta cuesta abajo era él. Y ahora ha sido sancionado. El calvario personal de Rafa Benítez se acentúa con esta baja. Ahora le toca sacar el máximo rendiemiento a una plantilla que parece haber dado con el tope de sus fuerzas e irremediablemente provoca un efecto goma en la participación del equipo. Sin Eto´o el equipo italiano sufrirá mucho más y verá mermado su potencial atacante. El mayor perjudicado sin duda, Rafa Benítez. No corren buenos tiempos para el madrileño en Milán. La sombra de Mourinho es alargada, muy alargada.
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