SECCIONES

21/5/10

MÁS QUE LEYENDA


Estos días se viven con incertidumbre allá por Concha Espina. Nadie tiene claro que va a pasar con el timón de un barco que este año se ha ido a pique. Lo más probable parece que va a ser la contratación de Mourinho y la despedida de Manuel Pellegrini. Pero todavía no hay nada seguro.
Por eso, el capitán blanco, en un acto de inteligencia, madurez, prudencia… Ha decidido esperar a que se aclaren las cosas para poder hablar de su futuro. No quiere que su decisión pueda repercutir en los negocios que esté llevando a cabo su equipo. Raúl González Blanco quiere seguir jugando, y quiere hacerlo en el Real Madrid. Por eso sabe que este momento no es bueno para hablar y que cuando venga el nuevo míster que sea él quien decida su futuro.
Cuando ayer salió esta noticia, muchos descerebrados se pusieron a increpar contra Raúl mediante comentarios en una web. No sólo criticaban, sino que se permitían la licencia de insultar y acribillar con frases malsonantes al que es el mejor jugador que ha vestido la elástica merengue.
En mi opinión, la decisión de Raúl está tomada desde una inteligencia razonada, la misma que le ha llevado a donde está, la cima de la historia futbolística. La inmensa mayoría, hasta gente que se autodenominaba Raulista, respaldaba a los que pedían su retiro. Incluso se enorgullecían de poner frases de tal elocuencia como: Que se vaya, que bastante ha chupado del tarro.
Me quedo perplejo. Raúl lo ha dado siempre todo por el Madrid y por los aficionados. Nunca ha cobrado como los galácticos y siempre ha sido el más trabajador, el más fiel, el que más ha sentido los colores y los valores que representa el Madrid. Un Madrid que queda lejos de lo comprensible para estos inútiles. Raúl es el principal responsable de haber conseguido tantos títulos en el último lustro. Hizo un hat – trick al Barça en una Supercopa, ha metido en dos finales de la Champions e hizo un soberbio gol ante el Vasco de Gama para que el Madrid se llevase la intercontinental- entre otros muchos logros - . Raúl debería tener el respaldo de todo el madridismo.
En los últimos días también han salido a la luz las intenciones de quedarse sin tres semanas de vacaciones para poder recuperarse de su lesión. Se machaca en el gimnasio, en rehabilitación, haciendo sobreesfuerzos y todo para llegar a tope a la pretemporada y sin ni siquiera saber si va a seguir en el Madrid. Un ejemplo de superioridad y de trabajo. Así deberían ser todos los futbolistas. Incluso el Ángel de Madrid confesó que cuando ve en los entrenamientos a Ronaldo, le dan ganas de entrenar aún más. ¿Por qué? Porque quiere ser el mejor, a pesar de su edad.
Para un madridista de corazón, Raúl es y será siempre su bandera. Un orgullo a nivel nacional que siempre ha dado la cara. Pero en vez de eso, nos dedicamos a adorar a ídolos de barro que ni siquiera sabemos si son de corazón del Madrid y si lo darían todo por vestir esa camiseta.
La pena es que estos “aficionados” que desean su retirada cuanto antes, hablarán a sus hijos y a los hijos de estos de que un día vieron jugar a Raúl. Un ejemplo de hipocresía en estado puro. Sin embargo, los verdaderos madridistas, los que sienten que el escudo se representa mejor con Raúl endosándolo, podremos contar orgullosos a las generaciones futuras que tuvimos el honor de ver a Raúl, la más grande leyenda del Real Madrid.

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